Cristina es de esas novias con las que pocas veces nos encontramos l@s floristas. Se casó el pasado 31 de agosto y nos sorprendió de lo lindo. Una semana antes de su boda, como la mayoría de las parejas, se acercó hasta el Templo Votivo del Mar, suponemos que a gestionar los últimos detalles con el párroco que los casaba. Ese día nosotros habíamos decorado la iglesia para dos bodas. Y por lo que nos trasmitió Cristina, le encantó todo. Tal fue la cosa, que indagó para saber qué floristería había sido la encargada de la decoración.
Hasta ahí, todo razonablemente normal. La sorpresa nos la dio el lunes, cuando se presentó en Arte Floral Muscari, con la firme intención de cambiar la floristería que tenía contratada por nosotros. Y eso, a tan solo 5 días de la boda!!!!!!! Ooouuuwww!!! Por un momento pensé si realmente con tan poco margen de tiempo sería conveniente arriesgarse.
Era una situación como poco complicada. Por un lado, el respeto que se le debe tener a otra compañera de profesión, que a esas alturas seguramente ya tendría organizadas la mayor parte de las gestiones. Pero por otro lado, una persona que no te conoce absolutamente de nada y está dispuesta a apostar por ti para el día de su boda…y repito…a tan solo 5 días. Debo reconocerlo, me sentí muy orgullosa.
Me sorprendió lo claro que lo tenía, y que estuviese dispuesta a convencer a la novia que se casaba en la boda matinal para que también se arriesgase. Eso sí, convenciese o no a la otra pareja, Cristina tenía claro, que su ramo de novia nos los confiaba a nosotros, independientemente de que al final nos encargásemos o no de la decoración de la iglesia. Un honor para mí la verdad.
Finalmente, y tras conversar con la otra novia. Cristina nos comunicó que muy a su pesar era inviable el cambio.
Estábamos a jueves, y casi no había tenido tiempo para concretar con ella cómo iba a ser su ramo. Eso me preocupaba un poco. Cada novia tiene su carácter, y a medida que vas entablando conversaciones y trato con ellas vas descubriendo su personalidad, lo que te ayuda posteriormente a diseñar el ramo con cierta confianza de que le va a encantar.
Al final, el día de su boda, Cristina llegó en un simpático escarabajo rojo con una estética vintage y su estupendo ramo tipo bouquet de paniculata, muy romántico, que cerraba con un broche de orquídea, y unos detalles en dorado y crudo a juego con el tocado de la novia. Simplemente, guapísima.
Cristina, nos hubiese encantado participar de tu boda con nuestro trabajo. No pude ser. Pero te agradecemos tu apuesta a ciegas. Fue algo maravilloso ver la confianza que pusiste en nosotros. ¡Mil gracias!
A ti y a Alberto desearos muchísima felicidad.
Q es lo q resulta difedcil exaatcmente? Creo q ahora mismo por suerte cada uno puede hacer ya la boda que quiera. Yo tuve una boda como esta y ademe1s soy profesional del sector y como tal me gustareda saber que necesidades cree9is que este1n carentes y de las que no nos damos cuenta… Un boda preciosa. Y las fotos, geniales,Enhorabuena por el blog,