La boda de Raquel y Joel fue una de las más emotivas que hemos tenido. La verdad, es que gracias a la confianza del equipo de Organización de Boda y Eventos DOOSIS BODAS, pudimos conocer a la pareja formada por Joel y Raquel.
Llegados desde Cataluña, se casaron el pasado verano en la finca familiar de Raquel en el Concello de Oia. Una finca junto al Monasterio de Oia, con unas vistas más que impresionantes.
El hecho de tener que acondicionar un terreno particular, nos brindó a nosotros y a Doosis Bodas la oportunidad de diseñar una decoración y ambientación más personal. Las chicas de Doosis junto a la pareja pensaron que haciendo una espiral con sillas alrededor de la mesa de ceremonias se crearía una atmósfera más íntima y acogedora para los invitados. Y así fue, ya que se vieron arropados por todos sus familiares y amigos.
La decoración que presentamos iba muy acorde con el escenario y le daba una gran vida. Raquel quería unos tonos suaves en blanco y malva, que complementasen con el paisaje marino que se abría a los pies de la finca.
Unos pies altos con esfera de mimbre , decorados con lisianthus malva y lilium casa blanca marcaban la entrada a la espiral por donde caminaron los novios con sus padrinos primeramente y posteriormente ya siendo matrimonio. La espiral la complementamos con pequeños pasilleros que decoraban todo el recorrido.
Para la mesa de ceremonias tapizamos unas esferas con lisianthus, paniculata y verdes para crear volúmenes y texturas diferentes. La proximidad al mar, invitó a que de una copa martini cayese una red de pesca, haciendo un guiño al paisaje. Además, Raquel, nos preparó muchas mariposas en tonos malvas que añadimos a la decoración. Como complementos de ambientación unos faroles que evocaban la metáfora del faro marino y unas velas en la mesa.
Cerca de la zona de ceremonia, había una higuera, por lo que no quisimos perder la oportunidad de integrarla a la decoración y creamos un rinconcito mágico. Una jaula de donde escapaban mariposas que se quedaban dispersada por las ramas y se posaban suavemente en jarroncitos de cristas atados de cintas malvas. Otros jarrones de cristal con flores y elementos de decoración como esferas, mimbre y hojas malvas completaban esta esquinita de la finca que maravilló a los invitados.
Respecto a la ceremonia, fue muy emotiva y llena de detalles. Quizás el momento más bonito fue ver a un emocionado Joel que consiguió que sus sobrinos también se emocionasen. Son estos momentos donde nos damos cuenta lo maravilloso que es tener la oportunidad participar en el día más feliz de una pareja. También destacó escuchar el catalán en Galicia. Tanto la pareja como el edil que los casó emplearon esta lengua para comunicar sentimientos, demostrando que el amor está muy por encima de las fronteras geográficas y lingüísticas.
Otro detalle que nos llamó mucho la atención fue ver pasar dos avionetas que fueron descargando pétalos sobre los invitados durante toda la ceremonia. Todo hay que decirlo…costó que diesen en la diana, pero igualmente el efecto era increíble. Estas avionetas estaban presentes en otro elemento de la boda, una réplica en madera sirvió como original porta-anillos.
Finalmente, la anécdota de la boda. Muchos vecinos se acercaron a los muros de la finca para seguir el acontecimiento; incluida una patrulla que siguió toda la ceremonia desde la lancha motora de la guardia civil. No sabemos si para vigilar el vuelo de las avionetas, si porque le llamó la atención la ceremonia desde el mar o simplemente por curiosidad.
Raquel y Joel eligieron nuestras tierras para casarse y eso para nosotros fue todo un honor, poder participar en este enlace entre Galicia y Cataluña. Entre Raquel y Joel. Os deseamos toda la felicidad!!!